Buenas noches gente bonita,
¿pero cuánto tiempo hacía que no me pasaba por aquí? Después de tanto hay una necesidad de querer expresar todo lo que todo este tiempo llevo observando que nos colapsa y abruma cada día. No es otra cosa que el EGOCENTRISMO.
Que por el ego se pierdan grandes oportunidades, momentos y sonrisas, no es algo que yo esté descubriendo ahora.
Os prometo que lucho para que se aleje y sobre todo para que al final no me transpase, no me afecte, y cuando se supera el ego, algo en el fondo respira.
¿Somos lo que somos o lo que queremos aparentar? ¿queremos que nos cuiden o solo posturear? ¿queremos una sonrisa con una cerveza delante o un icono que nos haga sentir bien? ¿queremos lo que ahora no tenemos o no queremos aquello que tenemos?
Y si hablamos de rasgos que me caractericen, no es el ego precisamente lo que mejor hable de mi, pienso que no beneficia pero si bloquea y colapsa. Sin embargo, ¿qué permite el tuyo?
Según la RAE, a nivel coloquial, el ego se puede definir como “exceso de autoestima”. Pues bien, ahí radica la diferencia. Me viene a la cabeza que el nivel más bajo del ego es el más alto de autoestima. Y eso, da mucho que pensar.
¿Y dónde queda el respetar?,¿el cuidar? ¿el aceptar? y sobre todo, el perdonar, o ser capaces de rectificar si algo lo hemos hecho mal.
Esa moda de cambiar personas como cromos, de creernos más que otros, de mirar por encima, esa moda de no respetar, ni escuchar y sobre todo esa moda de juzgar sin conocer, quizá esa moda es antigua pero ahora re recalca con postureo mucho más. O me dirás que tú no has escuchado eso de... “¿Perdona, disculparme yo? jajajajjaja”. No suele entrar en sus planes.
Por ello he decidido alejarme de todas aquellas personas que son tóxicas y que tienen su ego, lo tienen a él, no necesitan a nadie más.
No sé cuando volveré a pasarme por aquí, pero...
¿te quedas conmigo?
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